Velorio de la Santa Cruz
Durante la investigación de campo realizada en el año 2010, en el sitio Riochico, parroquia Salango, cantón Puerto López, provincia de Manabí, en Ecuador, se encontró una pequeña capilla que tenía en su interior una cruz vestida, engalanada y lista para un festejo. A su lado, había una réplica pequeña de la misma, que lucía iguales galas. Los moradores del sector que se reunieron inmediatamente ante el requerimiento del equipo técnico relataron ampliamente todo lo concerniente a la tradicional fiesta de la Santa Cruz, luego de hacer una representación de la procesión, acompañada de cánticos religiosos, en los alrededores, y del acto en que son elegidos y nominados los padrinos del símbolo sagrado.
“Uno le pide cualquier cosa, por una enfermedad o por otra cosa que nos falte, porque la Santa Cruz es de Dios. Por ejemplo, en las lluvias que ha habido, siempre nosotros nos arrimamos aquí a la Cruz, entonces la Santa Cruz nos favoreció mucho” (Candelario Quimís Hernández - Puerto López).
“Mi hijo, él puso para vestir la Santa Cruz, con un primo, los dos la vistieron; y ahí buscan una costurera para que le cosa el vestido, y ahí cuando ya es la fiesta ya vienen a arreglarla. Ahí se llena de gente, oiga, este año estuvo bastante gente aquí” (Italia Asencio Carvajal - Puerto López).
“Mi papá fue compadre de don Francisco Cedeño, el que trajo la idea para poner esta cruz aquí. Entonces él dijo, pues: aquí hagamos una cruz para celebrar una fiesta, aunque sea por divertirnos. Y entonces los moradores aquí dijeron: bueno, hagamos nomás” (Félix Carvajal Figueroa - Puerto López).
“Cuando yo vine, ya por aquí celebraban mucho la fiesta, los que pusieron la crucita, traían gallina, traían chancho. ¿Llovía?: ahí bailábamos en el lodo todos. Lo que queríamos era bailar y comer en la noche, porque esto duraba hasta dos días de baile. Por eso la Santa Cruz también me ha mandado que yo baile bastante” (Inés Sara Armendáriz Lino - Puerto López).
“Los padrinos se escogen cuando se hace la festividad, las personas que tienen esa voluntad, ese honor de coger la cinta, sin nombrarlos se acercan. Ahí lo que hacemos es anotarlos para el próximo año y, cuando se acercan las festividades, decirles: ustedes son padrinos porque se acercaron a coger la cinta” (Brillhy Betty Valeriano Toala - Puerto López).