Patrimonio Cultural Inmaterial
El patrimonio cultural inmaterial o “patrimonio vivo” se refiere a las prácticas, expresiones, saberes o técnicas transmitidos por las comunidades de generación en generación.
El patrimonio inmaterial proporciona a las comunidades un sentimiento de identidad y de continuidad: favorece la creatividad y el bienestar social, contribuye a la gestión del entorno natural y social y genera ingresos económicos. Numerosos saberes tradicionales o autóctonos están integrados, o se pueden integrar, en las políticas sanitarias, la educación o la gestión de los recursos naturales.
La Convención de la UNESCO de 2003 para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial tiene como objetivo la conservación de este frágil patrimonio; también pretende asegurar su viabilidad y optimizar su potencial para el desarrollo sostenible. La UNESCO brinda su apoyo en este ámbito a los Estados Miembros mediante la promoción de la cooperación internacional para la salvaguardia, y estableciendo marcos institucionales y profesionales favorables a la preservación sostenible de este patrimonio vivo.
El patrimonio inmaterial proporciona a las comunidades un sentimiento de identidad y de continuidad: favorece la creatividad y el bienestar social, contribuye a la gestión del entorno natural y social y genera ingresos económicos. Numerosos saberes tradicionales o autóctonos están integrados, o se pueden integrar, en las políticas sanitarias, la educación o la gestión de los recursos naturales.
La Convención de la UNESCO de 2003 para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial tiene como objetivo la conservación de este frágil patrimonio; también pretende asegurar su viabilidad y optimizar su potencial para el desarrollo sostenible. La UNESCO brinda su apoyo en este ámbito a los Estados Miembros mediante la promoción de la cooperación internacional para la salvaguardia, y estableciendo marcos institucionales y profesionales favorables a la preservación sostenible de este patrimonio vivo.
Ámbitos del Patrimonio Cultural Inmaterial
La Convención afirma que el patrimonio cultural inmaterial se manifiesta, en particular, en los siguientes ámbitos:
- Tradiciones y expresiones orales, incluido el idioma como vehículo del patrimonio cultural inmaterial;
- Artes del espectáculo;
- Usos sociales, rituales y actos festivos;
- Conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo;
- Técnicas artesanales tradicionales.
Aunque la Convención establece un marco para identificar formas del patrimonio cultural inmaterial, la lista de ámbitos que en ella se incluye tiene por objeto ser inclusiva, antes que exclusiva, pero no necesariamente completa. Los Estados pueden utilizar diferentes sistemas de ámbitos. Existe actualmente una gran variación: algunos países dividen las manifestaciones del patrimonio cultural inmaterial de diferentes maneras, mientras que otros utilizan ámbitos muy similares a los de la Convención pero difieren en denominación. Los países también pueden añadir más ámbitos o nuevas subcategorías a los ámbitos existentes o incluso utilizar subámbitos que ya se emplean en países que reconocen el patrimonio cultural inmaterial, como “juegos tradicionales”, “tradiciones culinarias”, “ganadería”, “peregrinación” o “lugares de memoria”.
- Tradiciones y expresiones orales, incluido el idioma como vehículo del patrimonio cultural inmaterial;
- Artes del espectáculo;
- Usos sociales, rituales y actos festivos;
- Conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo;
- Técnicas artesanales tradicionales.
Aunque la Convención establece un marco para identificar formas del patrimonio cultural inmaterial, la lista de ámbitos que en ella se incluye tiene por objeto ser inclusiva, antes que exclusiva, pero no necesariamente completa. Los Estados pueden utilizar diferentes sistemas de ámbitos. Existe actualmente una gran variación: algunos países dividen las manifestaciones del patrimonio cultural inmaterial de diferentes maneras, mientras que otros utilizan ámbitos muy similares a los de la Convención pero difieren en denominación. Los países también pueden añadir más ámbitos o nuevas subcategorías a los ámbitos existentes o incluso utilizar subámbitos que ya se emplean en países que reconocen el patrimonio cultural inmaterial, como “juegos tradicionales”, “tradiciones culinarias”, “ganadería”, “peregrinación” o “lugares de memoria”.
