Ida Vélez, Dora Vélez, Pedro Soledispa, Ángel Bailón

En el año 2010, dentro de la investigación de campo realizada por el equipo técnico, se realizó una entrevista conjunta. En el momento del registro, vivían en la cabecera cantonal de Jaramijó, provincia de Manabí, en Ecuador. Compartieron amplia información sobre relatos, fiestas religiosas populares, chigualos, amorfinos, juegos populares, creencias, leyendas y experiencias con seres sobrenaturales.

“Yo recuerdo que las festividades de San Pedro y San Pablo las festejaban, pero no como ahora. Antes se dejaban a un presidente, el presidente saliente en la noche de la víspera de la fiesta, que siempre ha sido el día 23 de agosto, allí daban a saber el nombre de la persona quien iba a suceder al otro presidente saliente, ¿no? Y en ese caso, el señor no sabía. Había personas que lloraban porque los dejaban de presidentes, porque la situación económica de ellos no estaba acorde para hacer una festividad. Pero, ¿qué pasa?, que si la persona decía que no iba a aceptar, ¿no?, entonces también tenía el temor a que San Pablo, San Pedro lo castigaran, porque no les servía”.

“Una vez subía por aquí yo para arriba y venía una señora, pero de luto, enteramente de luto, de aquí (se señala la cabeza) hasta abajo, una saya negra, y se tropezó, ahí y yo pasé. Y yo decía que tal vez era alguien que estaba disfrazado, pues, ¿no?, y la noche estaba bien clarita, y me regresé. Cuando yo venía, se fue y yo hecho el bruto me fui a la pata a ver adónde iba, porque yo creía que no era cosa mala, sino que alguien que andaba disfrazado, pues. Oiga, y la he seguido hasta el cementerio. Se metió al cementerio. ¡Ji!, cuando se metió al cementerio yo ya me vine, pues. Pero a mí no me hizo nada de miedo. Se fue directamente dentro del cementerio”.

 Se hizo una entrevista conjunta, para identificar las respuestas de Ida se usará el símbolo *

“Se jugaba esos chigualos, los chigualitos. ¡Los cantos!

*Sí, se hacían los cantos y también los versos. Sí. La que le tocaba su

verso, y venía… decía el otro la contestación, si era chocante o no era chocante.

Ahí era que cantaban. Los grandes, los grandes.

*Sí, medio nos acordamos que los grandes cantaban, pero nosotros no.

Quedábamos sentadas.

*Esos versos los sabemos porque siempre (a) las personas grandes las hemos escuchado. De ahí ya nosotros no, casi nunca fuimos así porque éramos muy pequeñas.

Sí, pues, eran los mayores.

*Niñito bonito,/ carita de anís,/ si es que no te cantan/ bótalos de aquí.//

Ahí sacaban bastantes.

*Sí, sacaban muchos cantitos así.

Tantas cosas que han inventado ahí.

*Todo, todo el versito lo hacían un cantito”.