Josefa Edilma Baluarte García

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Josefa Edilma Baluarte García

 

 

Nació el 7 de diciembre de 1939, en el cantón Chone, provincia de Manabí, en Ecuador. Cuando fue entrevistada, en el 2010, vivía en la cabecera cantonal de El Carmen (Manabí - Ecuador). Educadora en su juventud, se desempeñó también como comadrona, oficio del que compartió información, además de relatos, costumbres, refranes, amorfinos, chigualos, juegos de rueda, fiestas religiosas populares, y conocimientos sobre plantas medicinales.

“(Las) Comadronas, ellas las veían y muchas veces las cuidaban hasta los ocho días, nueve días, a según quedara de salud. Entonces yo ahí me apliqué un poco, siempre mi mamacita me llevaba a mí para que le pasara trapo caliente a la cama, bebidas, caldo de gallina, chocolate -porque antes con eso se ayudaba al parto de las señoras- brasa para calentarlas, y bueno, en fin, oraciones que mi madre oraba al Señor, también. Yo ya estaba grande y siempre escuchaba, pero en silencio me quedaba; antes, pues, (a) los señores mayores no les gustaba que las niñas conversaran ni vieran, pues. pero uno es inteligente -el muchacho- usted sabe, la juventud, siempre, ¿no? Y ya de ahí, cuando ya mi madrecita veía esas señoras de parto, de aborto, le gustaba llevarme porque yo le ayudaba rápido a calentar trapos, algo, para la paridora… cuando estaban arreglando el bebé pasarle el agua caliente para el niño, las brasas -porque antes era con brasas que los calentaban las criaturitas- y todo, después que ya arreglaban la paridora; y ya yo le hacía todo eso a mi mamá, le ayudaba, y de lo cual yo aprendí un poquito.

Ya cuando nos fuimos a Bahía, cuando fuimos al estudio, la madre Rosita -una amiga que era de mi papá- le dijo que nos llevara al hospital para conversar con nosotros. Y de pronto hubo huelga de doctores, en fin, no sé, y no había quién le ayudara, y le pidió a mi papá que me dejara para que le ayudara a ella, y ahí yo vi también un poco de parto y me concentré. Ya después que me casé, ya eso me sirvió bastante para yo ayudar a auxiliar las amistades que no había quien las auxiliara.

Gracias a Dios que como cincuenta niños que el Señor me ayudó a ayudarle a esas madres a traerlos al mundo; no hubo problemas ni para los niños ni para ellas. Solamente un niño falleció, pero ya nació muerto porque la mamá abusó que estaba con dolor de parto y fue a lavar a un estero, bajó una loma, subió y después de eso se puso a pilar arroz; entonces, el niño ya, cuando nació, ya nació como cadáver; ya se le vino la sangre por la nariz, se le había venido, murió el niño”.

 

Información disponible en el repositorio: Entrevista completa en video (MP4) y en textos,material fotográfico.
Contacto: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.