Miguel Arcángel Saverio Reyes

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Miguel Arcángel Saverio Reyes

 

 

 

Nació en el mes de mayo de 1921, en el sitio San Jacinto, cantón Olmedo, provincia de Manabí, en Ecuador, donde seguía residiendo al momento de realizarse la entrevista, en el año 2002. Compartió material sobre décimas, amorfinos, chigualos y relatos sobre sus experiencias de vida y de su entorno. Fue parte de festivales de tradición oral y sus memorias están contenidas en un libro publicado en el año 2004.

  

 

 

“Mi don Javier de la Rosa
ya podemos principiar,
afírmese en los estribos
que el pingo lo va a voltear.

En el nombre de Dios comienzo
y en mi padre San Benito,
te echo la cruz, Taguada,
como que si fueras maldito.

Mi don Javier de la Rosa
usted mucho se ha propasado,
usted viejo y yo mozo
igual salvador he sobrado.

Sabrás, mulato Taguada,
que en fuerza no hay que confiar
porque en la puerta del horno
se sabe quemar el pan.

Mi don Javier de la Rosa,
usted que entiende de letras,
ahora quiero que me diga
si las pavas tienen tetas.

A vos mulato Taguada
la respuesta es un bendito,
si las pavas las tuvieran
les mamaran los pavitos,
pero como no las tienen
los mantiene con triguito.

Mi don Javier de la Rosa,
que viene de bío en bío,
ahora quiero que me diga
cuántas piedras tiene el río.

A vos mulato Taguada
la respuesta te daré:
pónmelas en ringleras
que entonces las contaré.

Mi don Javier de la Rosa,
por lo redondo de un cerro,
ahora quiero que me diga
cuántos pelos tiene un perro.

A vos mulato Taguada,
por lo derecho de un huso,
si no se le ha caído ninguno
tendrá los que Dios le puso.

Mi don Javier de la Rosa,
usted que sabe de zoología,
ahora quiero que me diga
qué ave da leche a sus crías.

Si tú fueras a Copequén,
allá en mi casa verías
donde tienen los murciélagos
un puesto de lechería.

Mi don Javier de la Rosa,
usted que entiende de asuntos,
ahora quiero que me diga
qué remedio será bueno
para levantar los difuntos.

A vos mulato Taguada
la respuesta va ligera,
métele el dedo en la nalga
y sale el difunto a carrera.

Ya te pasaste Taguada
que habís hecho una herejía,
hiciste cava en tu madre
y carambola en tu tía.

 

 

 

 

Ahí sí lo remató, y ahí se fue Taguada. Dicen que Taguada se fue a la montaña más alta y de pena se murió, porque no había habido nadie quien le pudiera, solamente don Javier de la Rosa”. 

Información disponible en el repositorio: Material fotográfico. Negativos fotográficos. Las entrevistas completas están contenidas en el libro "Proyecto de Recuperación de la Tradición Oral de la Provincia de Manabí", publicado con auspicio del GAD Municipal Portoviejo en el año 2004.
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